Desde hace siglos, la noche del 7 de Diciembre, víspera de la Inmaculada, tiene lugar en Labastida una fiesta de gran belleza y con tradición sumamente arraigada entre los vecinos de la villa. Conocida como «La Ronda«,durante esta fiesta, la localidad de Labastida se llena de hogueras repartidas por todo lo ancho y largo del Casco Histórico.
A las 10h de la noche, los vecinos del pueblo, desafiando al frío que suele imperar en esa época, salen multitudinariamente a las calles provistos de antorchas, a recorrer las calles repletas de hogueras tras la Comitiva y autoridades del Ayuntamiento y una charanga.
Partiendo de la Plaza de la Paz y haciendo paradas para danzar alrededor del fuego, los vecinos recorren los barrios altos medievales del Olmo y la Mota, descendiendo luego a la zona Barroca y calle Mayor y finalizando de nuevo en la Plaza donde les espera la hoguera mayor y una buena provisión de zurracapote (vino especiado y con frutas maceradas) y castañas asadas.
El origen de la fiesta tiene varias acepciones. La más aceptada es la que habla de un claro origen militar. Recordando a esa antigua ronda que los soldados hacían a lo largo de toda la villa amurallada en la Edad Media, para comprobar que todo estaba en orden. Efectivamente durante la fiesta se recorren todos los puntos claves para la defensa de la villa, donde estaban los puestos de guardia en esa época guerrera, y donde también en aquella época, se quemaban hogueras para que los soldados entraran en calor en la fría noche. Era costumbre también en aquellos tiempos , que un edil a lomos de un caballo fuera hasta Vitoria para dar parte de que todo estaba correcto. Y es tradicional aún en nuestros días, que una vez finalizada la fiesta de la Ronda se dé parte a la Diputación Foral de Alava.
Otras versiones hablan de un origen religioso, interpretando las hogueras como símbolos de purificación , donde quemar utensilios que no se utilizan y donde se queman también los pecados, al saltar sobre ellas. Y también hay quien asegura que todo tiene su origen en los antiguos akelarres y en el reflejo del culto del pueblo al fuego en la noche.
Sea cual sea el origen, (o quizás siendo una fusión de las tres versiones), ésta es una de las fiestas más populares en Labastida, con la que se disfruta muchísimo y que hace que todos los vecinos la vivan con gran entusiasmo.
Desde los días anteriores cuadrillas de niños, y no tan niños, empiezan los preparativos, organizando los trastos y maderos que serán quemados en la hoguera durante esa noche y preparando todas las hogueras de cada calle y barrio, alrededor de las cuales, la noche del 7 de diciembre, cientos de vecinos y visitantes danzarán para entrar en calor (o quizás para ser purificados…)
Una fiesta que suele alargarse con un gran ambiente en las calles y bares de Labastida al finalizar.
Te recomendamos que alguna vez visites Labastida durante estas fechas, que además suelen coincidir en puente.
¡Es una de nuestras fiestas favoritas!
2 Comments
Pilar
Gracias por descubrirme esta fiesta. Un beso
Thabuca
¡Gracias a ti por tu comentario Pilar!
Un beso