Fundada en 908 por el rey navarro Sancho Abarca, con el nombre de «La Guardia de Navarra», Laguardia, al igual que otras de las poblaciones de Rioja Alavesa, nace con un motivo básicamente defensivo, dada su situación estratégica frente a Castilla.
En la parte occidental de las murallas de esta hermosas localidad de origen medieval, encontramos la Torre de Sta. María , o Torre Abacial, debido a la creencia de que en ella vivía el abad. Una torre-castillo con origen como atalaya, como defensa de la villa y puesto de vigilancia, a espaldas del gran castillo que sancho Abarca construyó en la parte Norte de Laguardia.
Esta torre que se encuentra exenta, ubicada en el que es unos de los rincones más hermosos de Laguardia, abandona su función militar para convertirse posteriormente en el campanario de la Iglesia de Sta. María de los Reyes, templo que ubica en su interior el espectacular Pórtico Policromado, que conserva en perfecto estado su policromía del siglo XVII.
De planta cuadrada, y evocando las primeras construcciones románicas del norte de Italia y de los pirineos catalanes, estuvo unida al templo de Sta. María de los Reyes, hasta el s. XIX por un corredor (pasapuente). Goza de dos estilos y épocas de construcción distintas. Siendo su primera construcción del siglo XII de un románico de transición y con una segunda parte que data del siglo XIII al XIV de estilo gótico.
Este campanario tan peculiar, por hallarse exento, puede visitarse no sólo desde su exterior. Todos los turistas que lo deseen pueden ascender sus cuatro pisos, entre escaleras de caracol, hasta la cima de la torre; una hermosa terraza donde, con las campanas como compañeras, se goza de unas vistas espectaculares de todos los alrededores, y los tejados de las antiguas casas de la villa.
La visita merece la pena. Así que si estás por Laguardia, te recomendamos una visita a las «entrañas» de esta torre que tanta historia guarda entre sus muros.
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